Usos, limpieza y desinfección de trapos, bayetas, estropajos y esponjas en la cocina

 Los utensilios que usamos en la cocina para la limpieza y desinfección pueden ser una fuente de contaminación, por lo que es indispensable mantenerlos limpios y desinfectados. El escurrido y perfecto secado entre jornadas es indispensable.

No debemos de usar trapos para operaciones en seco, pues retienen restos de alimentos e incluso de piel de las manos, proliferando en ellos los microorganismos. Cuando posteriormente los usamos para secarnos las manos o bien despejar una superficie de trabajo contaminan todo aquello que tocan. Para estos usos es mejor el papel de cocina, de usar y tirar.

En el caso de bayetas y esponjas, deben aclararse y escurrirse bien tras cada uso. Cuando vamos a estar tiempo sin usarlas debemos dejarlas en un escurridor, mejor elevadas y bien extendidas, para facilitar su escurrido y secado. Es interesante desinfectarlas periódicamente, bien por inmersión en agua con lejía o incluso en el microondas, introduciéndolas en él ligeramente húmedas por 1 minuto, a fin de alcanzar una temperatura elevada que las pasteurice.

Los cepillos se pueden desinfectar en lejía o por inmersión en agua bien caliente.