Polen y miel
En el programa 5 dies de 23/6/23 hablamos con Antònia Ferrer Ferrà sobre micotoxinas en el polen de abeja, el fraude en la miel y de los productos alimentarios o suplementos apícolas que podemos encontrar en el mercado.
MICOTOXINAS EN EL POLEN DE ABEJA Y FRAUDE EN LA MIEL
El polen son los granos que contienen los gametos masculinos de las plantas espermatofitas (que producen semillas) que fecundarán a los óvulos femeninos que darán lugar al embrión a partir del cual se forma una nueva planta.
Las plantas entomógamas atraen a las abejas y otros animales con los colores de las flores, sus fragancias y el dulzor de su néctar, de modo que estas terminan contactando con los estambres cargados de polen, que se adhiere a sus cuerpos y terminan transportando a la colmena.
Los apicultores recogen ese polen a la entrada de las colmenas con una pequeña trampa que lo recoge de sus patas. Este polen es el que se comercializa desecado.
El polen tiene fama de alimento “milagro”, especialmente sano y nutritivo, aunque no hay muchos estudios científicos que lo avalen. Ciertamente es rico en proteína, de la que contiene un 25%, vitaminas y minerales, pero al ser consumido en muy baja cantidad realmente representa un aporte muy pequeño de estos nutrientes.
Ahora un estudio del CSIC publicado en Food control https://www.foodtranet.org/images/1-s2-0-S0956713523002165-main.pdf
ha detectado varias micotoxinas presentes en este producto: aflatoxina B1, ocratoxina A, zearalenona y deoxinivalenol, demostrados inmunosupresores y potentes cancerígenos producidos por hongos.
Se analizaron 80 muestras de polen apícola de países como China, España, Estados Unidos, India, Italia y Rusia, entre otros. En todas sin excepción se hallaron micotoxinas.
Los resultados fueron devastadores: la aflatoxina B1 se halló en el 98.75%, el deoxinivalenol en el 66.25%, la zearalenona en el 55% y la ocratoxina A en el 28.75%.
La normativa europea no considera a este alimento en la lista de alimentos en los cuales se deben controlar las sustancias contaminantes. Es necesario un cambio legislativo al respecto y un mayor control de procesos de secado y productivos en las empresas productoras.
Hablando de abejas, éstas efectúan el papel fundamental en la fecundación por polinización de las plantas entomógamas, entre ellas todos los frutales, lo cual no sólo es importante para su reproducción, sino también en la producción de fruta, las cuales normalmente son el ovario engrosado tras la fecundación de la flor.
Un estudio argentino-chileno publicado en Science advances https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adh1455 ha revelado que los campos electromagnéticos que emiten a su entorno las torres de alta tensión alteran a las abejas interfiriendo su labor polinizadora, de modo que también se altera la flora del entorno.
Las abejas, además de la luz del Sol, utilizan campos electromagnéticos de su entorno, tanto originados en el Sol (manchas solares, tormentas solares) como terrestres. Se piensa que los potentes campos electromagnéticos de las torres de alta tensión perturban su sistema de navegación, además de generarles un importante estrés (pues se ha detectado gran cantidad de una proteína testigo de estrés en las abejas que viven cerca de las torres).
El hecho es que la cantidad de flores disminuye en las proximidades de las torres y las visitas de abejas a las flores cercanas disminuye en un 300%.
En cuanto a la miel, España es el principal productor de la UE. La miel producida por la UE no es suficiente, por lo que importa buena parte de su consumo, principalmente de China.
Un informe elaborado por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y el Centro de Investigación Conjunta de la UE concluye que el 46% de las muestras de miel analizadas eran sospechosas de ser fraudulentas.
En este estudio se analizaron 320 muestras de toda la UE, de Noruega y de Suiza.
En muchos países de fuera de la UE, especialmente China, la miel se adultera con jarabes de arroz, trigo o remolacha azucarera. Para dificultar el origen de la miel esta se filtra para retirarle el polen que venía usándose en su identificación. Se añaden colorantes, a fin de imitar ciertos orígenes botánicos y se utilizan laboratorios acreditados para asegurar que la mezcla de miel-azúcar vegetal es indetectable. Finalmente estas mieles se mezclan con mieles europeas, de forma que pasan a tener polen de la zona haciendo haciendo todavía más difícil la detección del fraude.
Algunos productos que comentamos en el programa:
Polen: Es parte del alimento de la abeja. Éstas almacenan el polen en los panales, agregan enzimas, tapa este polen con una capa de miel y el polen se transforma en lo que los apicultores denominan pan de abeja, más digerible para ellas. Se le atribuyen una serie de propiedades saludables las cuales carecen de evidencia científica.
Miel: Es el principal producto que producen las abejas, a partir del néctar de las flores y otras excreciones dulces de vegetales e insectos, como pulgones y cochinillas. Una vez recogido todo ello lo transforman parcialmente, le incorporan ciertas enzimas, lo desecan y almacenan en los panales para usarlo como alimento de ellas mismas. Básicamente está formada por los azúcares glucosa y fructosa en cantidades semejantes. Su poder edulcorante es un 30% mayor que el azúcar corriente a igualdad de materia seca. Aunque contiene otros compuestos nutritivos su cantidad es tan minúscula que son bastante irrelevantes.
Jalea real: Producida por las glándulas hipofaríngeas de las obreras. La utilizan como alimento inicial de todas las larvas y exclusivo de las larvas que formarán nuevas reinas y de la propia reina, genéticamente idéntica a las obreras, de las que se diferencia en cuanto a tamaño y longevidad exclusivamente por su peculiar alimentación. Usada como suplemento alimenticio. Rica en determinadas proteínas, activas para las abejas, vitaminas del grupo B, especialmente ácido pantoténico y algunos ácidos grasos, especialmente 10-DHA (10-hidroxi-2-decenoico). Sin embargo, no existe evidencia científica que soporte sus efectos favorables sobre los humanos.
Propóleo (própolis): parece mejorar el control del azúcar en sangre en pacientes diabéticos. También reduce el dolor y sana antes las úlceras provocadas por el herpes labial. También es efectivo en la inflamación y úlceras bucales. No hay evidencia de su efectividad en otros usos, para curar infecciones, resfriados, etc.
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