Eludiendo el calor en el hogar

En el programa 5 dies de 18/8/23 hablamos con Alba González sobre algunos trucos para evitar el calor en casa.

El calor es la energía térmica en tránsito. En épocas calurosas, especialmente durante las olas de calor, transita hasta el interior de nuestro hogar donde se acumula. ¿Qué podemos hacer para evitarlo?

El primer paso sería evitar dicho tránsito: que la energía térmica no alcance el interior, que no penetre. La energía térmica se transmite por radiación, como la que proviene del Sol, por conducción, es decir, por contacto entre o en el interior de sólidos, como paredes y techos, y por convección o movimiento de fluidos, como las corrientes de aire.

De ello se deduce que debemos evitar que la radiación solar penetre en nuestro hogar, usando toldos y persianas tan pronto como el Sol penetre y cerrando puertas, lo más efectivo, o bien corriendo cortinas o bajando estores, algo menos, pues en este caso en parte ya ha penetrado en nuestra casa.

La conducción la podemos evitar con un buen aislamiento del tejado o techumbre, fundamental en las viviendas unifamiliares, también paredes, ventanas de doble cristal y sin puente térmico, incluso suelos. Para que estos elementos conduzcan e irradien calor primero se deben calentar, lo que ocurre principalmente por la radiación solar. Es sorprendente la cantidad de calor que pueden llegar a acumular los materiales pétreos. Pintando paredes e incluso techos de color blanco, que refleja mucho más la radiación solar, reduciremos enormemente su calentamiento, estrategia habitual en Menorca, Ibiza y otras ubicaciones en el Mediterráneo. Un buen aislamiento de la cubierta es el elemento más fundamental en viviendas unifamiliares, pues es el que recibe más radiación durante el día. Un color claro y una capa que incluya un grueso material con burbujas de aire (que evita la conducción) y una lámina metálica (que evita la radiación) consigue la máxima eficiencia en este aspecto.  

La convección son las corrientes de aire. En ciertos momentos pueden ir a nuestro favor, pero cuando la temperatura del aire exterior es superior a la del interior es hora de cerrar puertas y ventanas, para evitar el ingreso de aire muy caliente. En esos momentos los deshumidificadores nos pueden ayudar, pues aunque no bajan la temperatura sí bajan la humedad, mejorando la eficiencia del sudor para refrescar nuestra piel. Lo más eficiente es abrir ventanas cuando notemos que la temperatura es ya más baja en el exterior, lo que suele ocurrir al anochecer en verano, pudiendo mantenerlas así hasta que el Sol empieza a subir en el cielo y notamos que el aire exterior ya se va calentando.

El aire es muy remolón y, si no hay brisa, puede ocurrir que abramos ventanas al anochecer pero que casi no se produzca intercambio de aire entre el interior y el exterior. Suele ser buena idea colocar un ventilador potente sobre el marco de una ventana que coja aire del exterior y lo lance hacia el interior (si es de pie podemos soplar aire desde el interior hacia afuera, con análogo resultado). Es importante prever por donde entra y sale el aire: si abrimos ventanas en extremos opuestos ese ventilador conseguirá refrescar toda la casa. En cambio, podemos cerrar las zonas que no utilicemos. Esta práctica conseguirá un recambio del aire mucho más eficaz.

Como el aire caliente sube, en una casa de varias plantas siempre son más frescas las habitaciones inferiores, que además están más alejadas de la cubierta, siempre algo más caliente.

Cuando la humedad ambiental es baja también resulta práctico a cualquier hora fregar el suelo, o pulverizar agua en el ambiente o las cortinas, pues la evaporación del agua produce una verdadera bajada de la temperatura.

Las plantas, al evapotranspirar agua, tienen un efecto refrescante análogo, especialmente cuando las regamos.

Debemos evitar toda fuente de calor cuando debamos ocupar una estancia. Las lavadoras, lavavajillas, secadoras y hornos producen mucho calor, por lo que es mejor programarlos en momentos en que no nos hallemos en la zona. Tener presente que televisores, ordenadores y similares generan calor, por lo que conviene apagarlos si no son necesarios. Cuando usemos los fogones, que liberan ingentes cantidades de calor, es fundamental encender el extractor, que evacuará una buena parte del mismo junto con el humo. Los equipos frigoríficos curiosamente también generan mucho calor. Algunos arcones o ciertas neveras pueden ubicarse en lugares no ocupados, evitando que liberen su calor en la cocina. Si todavía tenemos bombillas incandescentes debemos sustituirlas por bombillas led, que son las que generan menos calor.

En la terraza o el jardín, el suelo de piedra o baldosa o las paredes pétreas llegan a acumular ingentes cantidades de calor durante el día, que luego liberan durante muchas horas, incluso de noche. Si vamos a estar en esos lugares es buena idea enfriar estos materiales mojándolos con agua, pues su alto calor específico y de vaporización absorberá su calor de forma muy eficiente, disipándose en la atmósfera. En todo caso, cuantas más plantas tengamos en la terraza o jardín menos se calentarán.

Los ventiladores resultan una forma económica de refrescarnos, pues el viento que producen ayuda a la evaporación del sudor de nuestra piel, aumentando la eficacia de nuestro sistema de refrigeración natural, además de retirar más rápidamente el aire que se va calentando en contacto con nuestra piel. Resulta especialmente refrescante mojarse la piel con un paño o pulverizando agua colocándose luego frente a un ventilador. Sin embargo, cuando el aire ya está muy caliente por un calor excesivo los ventiladores llegan a ser ineficaces.

En el caso de ventiladores de techo suelen tener un interruptor para invertir el sentido de giro de sus aspas. En verano es más eficaz que lancen el aire de arriba abajo. En invierno suele invertirse el sentido de su giro.

Si tenemos aire acondicionado no tenemos porqué renunciar a los ventiladores. Al contrario, potencian la eficacia de los primeros, por lo que podremos ajustarlos a una temperatura no tan baja resultando en un importante ahorro energético.

Algunas personas en días muy calurosos disponen las sábanas en la nevera o el congelador, para notarlas más fresquitas al usarlas en la cama. También utilizan las tradicionales bolsas de agua caliente rellenas de agua fría o parcialmente helada.


 

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La calor és l’energia tèrmica en trànsit. En èpoques caloroses, especialment durant les onades de calor, transita fins a l'interior de ca nostra on s'acumula. Què podem fer per evitar-ho?

El primer pas seria evitar aquest trànsit: que l'energia tèrmica no arribi a l'interior, que no hi penetri. L'energia tèrmica es transmet per radiació, com la que prové del Sol, per conducció, és a dir, per contacte entre sòlids o a l'interior, com parets i sostres, i per convecció o moviment de fluids, com els corrents d'aire.

D'això es dedueix que hem d'evitar que la radiació solar penetri a ca nostra, usant tendals i persianes tan aviat com el Sol penetri i tancant portes, el més efectiu, o bé corrent cortines o baixant estors, que ho és una mica menys, ja que en aquest cas en part ja ha penetrat a casa nostra.

La conducció la podem evitar amb un bon aïllament de la teulada o sostrada, fonamental als habitatges unifamiliars, també de parets, finestres de doble vidre i sense pont tèrmic, fins i tot dels terres. Perquè aquests elements condueixin i irradiïn calor primer s'han d'escalfar, cosa que passa principalment per la radiació solar. És sorprenent la quantitat de calor que poden arribar a acumular els materials petris. Pintant parets i fins i tot sostres de color blanc, que reflecteix molt més la radiació solar, en reduirem enormement l'escalfament, estratègia habitual a Menorca, Eivissa i altres ubicacions a la Mediterrània. Un bon aïllament de la coberta és l'element més fonamental en vivendes unifamiliars, ja que és el que rep més radiació durant el dia. Un color clar i una capa que inclogui un material gruixut amb bombolles d'aire (que evita la conducció) i una làmina metàl·lica (que evita la radiació) aconsegueix la màxima eficiència en aquest aspecte.

La convecció són els corrents daire. En certs moments poden anar a favor nostre, però quan la temperatura de l'aire exterior és superior a la de l'interior és hora de tancar portes i finestres, per evitar l'ingrés d'aire molt calent. En aquests moments els deshumidificadors ens poden ajudar, ja que encara que no baixen la temperatura sí que baixen la humitat, millorant l'eficiència de la suor per refrescar la nostra pell. El més eficient és obrir finestres quan notem que la temperatura ja és més baixa a l'exterior, cosa que sol passar al capvespre a l'estiu, podent mantenir-les així fins que el Sol comença a pujar al cel i notem que l'aire exterior ja se'n va escalfant.

L'aire és molt remoló i, si no hi ha brisa, pot passar que obrim finestres al capvespre però que gairebé no es produeixi intercanvi d'aire entre l'interior i l'exterior. Sol ser bona idea col·locar un potent ventilador sobre el marc d'una finestra que agafi aire de l'exterior i el llanci cap a l'interior (si és de peu podem bufar aire des de l'interior cap a fora, amb anàleg resultat). És important preveure per on entra i surt l'aire: si obrim finestres a extrems oposats de l’habitatge aquest ventilador aconseguirà refrescar tota la casa. En canvi, podem tancar les zones que no utilitzem. Aquesta pràctica aconseguirà un recanvi de lʻaire molt més eficaç.

Com que l'aire calent puja, en una casa de diverses plantes sempre són més fresques les habitacions inferiors, que a més estan més allunyades de la coberta, sempre una mica més calenta.

Quan la humitat ambiental és baixa també resulta pràctic a qualsevol hora fregar el terra, o polvoritzar aigua a l'ambient o les cortines, ja que l'evaporació de l'aigua produeix una veritable baixada de la temperatura.

Les plantes, en evapotranspirar aigua, tenen un efecte refrescant anàleg, especialment quan les reguem.

Hem d'evitar tota font de calor quan haguem d'ocupar una estança. Les rentadores, rentavaixelles, assecadores i forns produeixen molta calor, per la qual cosa és millor programar-los en moments en què no ens trobem a la zona. Tingueu present que televisors, ordinadors i similars generen calor, per la qual cosa convé apagar-los si no són necessaris. Quan usem els fogons, que alliberen ingents quantitats de calor, és fonamental encendre l'extractor, que evacuarà una bona part del mateix juntament amb el fum. Els equips frigorífics curiosament també generen molta calor. Alguns baguls congeladors o certes neveres poden ubicar-se en llocs no ocupats, evitant que alliberin la seva calor a la cuina. Si encara tenim bombetes incandescents les hem de substituir per bombetes led, que són les que generen menys calor.

A la terrassa o al jardí, el terra de pedra o rajola o les parets pètries arriben a acumular ingents quantitats de calor durant el dia, que després alliberen durant moltes hores, fins i tot de nit. Si estarem en aquests llocs és bona idea refredar aquests materials mullant-los amb aigua, ja que la seva alta calor específica i de vaporització absorbirà la seva calor de forma molt eficient, dissipant-se a l'atmosfera. En tot cas, com més plantes tinguem a la terrassa o jardí menys s'escalfaran.

Els ventiladors resulten una forma econòmica de refrescar-nos, ja que el vent que produeixen ajuda a l'evaporació de la suor de la nostra pell, augmentant l'eficàcia del nostre sistema de refrigeració natural, a més de retirar més ràpidament l'aire que es va escalfant en contacte amb la nostra pell . Resulta especialment refrescant mullar-se la pell amb un drap o polvoritzant aigua col·locant-se després davant d'un ventilador. Tot i això, quan l'aire ja està molt calent per una calor excessiva els ventiladors arriben a ser ineficaços.

En el cas de ventiladors de sostre solen tenir un interruptor per invertir el sentit de gir de les aspes. A l'estiu és més eficaç que llencin l'aire de dalt a baix. A l'hivern se sol invertir el sentit del seu gir.

Si tenim aire condicionat no hem de renunciar als ventiladors. Al contrari, potencien l'eficàcia dels primers, per la qual cosa els podrem ajustar a una temperatura no tan baixa resultant en un important estalvi energètic.

Algunes persones en dies molt calorosos disposen els llençols a la nevera o al congelador, per notar-los més fresquetes en fer-los servir al llit. També utilitzen les tradicionals bosses daigua calenta farcides dai

gua freda o parcialment gelada.



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