El lugar de origen de los alimentos/Sobre la prohibición de los aromas de humo
En el programa 5 dies de 22/11/23 hablamos con Alba González sobre el lugar de origen de los alimentos. Además, en relación a la noticia de la cancelación de la autorización sobre los aromas de humo la estuvimos comentando.
Próximamente termina la autorización para la comercialización de ciertos aromas de humo. De diez aromas de humo disponibles las empresas comercializadoras han solicitado la renovación de 8, por lo cual la EFSA los ha reevaluado, concluyendo que no se pude descartar su genotoxicidad. Por este motivo muy probablemente la Comisión Europea no renovará su autorización, de modo que estos 8 aromas de humo y dos más que no solicitaron la renovación dejarán de poder utilizarse en los productos comercializados en la Unión.
Nuestros padres y abuelos se alimentaban mayoritariamente de alimentos que provenían de la propia región donde vivían, de productos de proximidad. Hoy con la globalización esto generalmente ya no es así y muchos de los alimentos que consumimos provienen de regiones lejanas. Esto nos proporciona una extensísima variedad de alimentos, incluídos muchos que podemos consumir fuera de época. Sin embargo, son muchas las personas que, además de por la seguridad alimentaria, se preocupan por otros aspectos de los alimentos que consumen, como son su impacto medioambiental, incluido el de su transporte, el bienestar animal o el comercio justo. Según una encuesta de la OCU para un 57% de los consumidores el origen de los alimentos es una cuestión de gran importancia. https://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/noticias/origen-alimentos
Incluso existe una iniciativa ciudadana europea, la Eat Original, firmada por más de 1000000 de ciudadanos, que ha reclamado al Parlamento Europeo la obligatoriedad de incluir en el etiquetado de todos los alimentos su lugar de origen https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-9-2020-000270_EN.html
Todos tenemos una cierta idea de las condiciones en que se producen los alimentos en nuestro entorno, pero sobre aquellos que provienen de lugares lejanos nos preguntamos ¿son peores o menos seguros? ¿Cuál es su impacto sobre el medio ambiente? ¿Tienen un efecto negativo sobre la economía local, o sobre los recursos del país de origen? ¿Se basa su producción en la explotación laboral?
Son preguntas de difícil o imposible respuesta desde el momento que no siempre podemos conocer el origen de los alimentos.
La normativa europea sólo obliga a la declaración de su origen cuando su ausencia pueda inducir a error a los consumidores respecto de su procedencia.
El origen debe mostrarse por sus normativas sectoriales en algunos alimentos:
Frutas y vegetales frescos: aparecerá en las etiquetas o en el caso de venta a granel en carteles a la vista del público.
huevos: Viene indicado por las siglas de país y el resto de la numeración en el código impreso en la cáscara.
carne: en la de vacuno se indica el país de nacimiento, cría, sacrificio y despiece. En la de cerdo, cordero y aves de corral el país de cría y sacrificio.
En pescado y marisco la zona FAO de captura. En productos de agua dulce y acuicultura el país.
En el aceite de oliva virgen y virgen extra, el país de origen. Sin embargo, si son varios los países bastará indicar si es de la UE o de fuera de la UE.
En el agua mineral: figurará el nombre del manantial y su ubicación geográfica.
En la miel, el lugar de origen de la miel o lugares si se trata de una mezcla de mieles.
Productos lácteos con más de un 50% de leche, su lugar de origen.
Frutos secos envasados en España e importados, se indicará su país de origen.
En el vino se indicará su lugar de procedencia.
Sin embargo, en la mayoría de alimentos procesados no es necesaria ninguna indicación sobre el origen salvo en el caso de posible error de interpretación del consumidor antes indicado.
Por ejemplo, imaginemos unos espaguetis hechos en España en cuyo envase aparezca la bandera italiana. Claramente el consumidor podría pensar que se trata de un producto de Italia, por lo que en este caso, para evitar la confusión, sí sería obligatorio indicar la procedencia.
Además, en el caso de indicarse el país de origen o lugar de procedencia por cualquier causa y que el origen del ingrediente primario no coincida con la procedencia del producto, también será obligatorio indicar el origen de dicho ingrediente. Por ejemplo, si en la pasta anterior la harina fuera de Francia, debería darse esa indicación también en el etiquetado.
Aunque es cierto que los consumidores demandan esta información aparezca de un modo completo también es verdad que los cambios normativos al respecto son difíciles. Cuando el gobierno español quiso modificar la normativa para indicar el origen de la leche en los productos lácteos hubo una importante oposición, pues se argumentaba que tal indicación podía afectar a la libre competencia y reducir el consumo de leche de otros países de la UE. Finalmente este cambio se implantó en 2019 de forma temporal hasta 2025.
Es verdad que en ocasiones es difícil determinar el origen de un alimento procesado. Por ejemplo, en un café soluble tenemos los granos que pueden ser de un país, pueden haberse tostado en otro y efectuado la infusión, liofilizado y envasado en un tercero. En este caso si el fabricante decide indicarlo se considera que el lugar de procedencia es el del último proceso productivo relevante, en este caso el de la infusión, pero además se deberá indicar el origen del producto primario, el grano, de forma análoga a lo indicado para la pasta.
Existen alimentos que tradicionalmente reciben un nombre geográfico que al menos actualmente ya no se asocia con su origen. Por ejemplo: ensaladilla rusa, tortilla española, fabada asturiana. En estos casos tampoco sería obligatorio indicar su origen, pues se presupone que el consumidor sabe que los alimentos con dicha denominación pueden haber sido elaborados en cualquier lugar.
Como experiencia explico algunas técnicas para congelar frutas con resultados aceptables. Debemos intentar congelar las rápidamente en porciones pequeñas colocadas sobre una rejilla. Una vez congeladas se deben envasar sin aire o con el mínimo aire posible. Podemos protegerlas de la oxidación con ácido cítrico ácido ascórbico o zumo de limón. Para aquellas frutas que se reblandecen congelándolas se obtiene mejores resultados si se congelan sumergidas en una solución de pectina o bien en el seno de un almíbar, ya que ambos actúan como crioprotectores.
El lloc d'origen dels aliments
Els nostres pares i padrins s'alimentaven majoritàriament d'aliments que provenien de la regió on vivien, de productes de proximitat. Avui amb la globalització això generalment ja no és així i molts dels aliments que consumim provenen de regions llunyanes. Això ens proporciona una extensíssima varietat d'aliments, molts dels quals podem consumir fora d'època. Tot i això, són moltes les persones que, a més de per la seguretat alimentària, es preocupen per altres aspectes dels aliments que consumeixen, com són el seu impacte mediambiental, inclòs el del seu transport, el benestar animal o el comerç just. Segons una enquesta de l'OCU per a un 57% dels consumidors, l'origen dels aliments és una qüestió de gran importància. https://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/noticias/origen-alimentos
Fins i tot hi ha una iniciativa ciutadana europea, la “Eat Original”, signada per més de 1000000 de ciutadans, que ha reclamat al Parlament Europeu l'obligatorietat d'incloure a l'etiquetatge de tots els aliments el lloc d'origen https://www.europarl.europa. eu/doceo/document/E-9-2020-000270_EN.html
Tots tenim una certa idea de les condicions en què es produeixen els aliments al nostre entorn, però sobre aquells que provenen de llocs llunyans ens preguntem, són pitjors o menys segurs? Quin és el seu impacte sobre el medi ambient? Tenen un efecte negatiu sobre l'economia local o sobre els recursos del país d'origen? Es basa la producció en l'explotació laboral?
Són preguntes de resposta difícil o impossible des del moment que no sempre podem conèixer l'origen dels aliments.
La normativa europea només obliga a declarar-ne l'origen quan la seva absència pugui induir a error els consumidors respecte de la seva procedència.
L'origen s'ha de mostrar per les normatives sectorials en alguns aliments:
-Fruites i vegetals frescos: apareixerà a les etiquetes o en el cas de venda a granel en cartells a la vista del públic.
-ous: Ve indicat per les sigles de país i la resta de la numeració al codi imprès a la closca.
-carn: a la de boví s'indica el país de naixement, cria, sacrifici i especejament. A la de porc, xai i aus de corral el país de cria i sacrifici.
-En peix i marisc la zona FAO de captura. En productes daigua dolça i aqüicultura el país.
-A l'oli d'oliva verge i verge extra, el país d'origen. No obstant això, si són diversos els països n'hi haurà prou amb indicar si és de la UE o de fora de la UE.
-A l'aigua mineral: hi figurarà el nom de la deu i la seva ubicació geogràfica.
-A la mel, el lloc dorigen de la mel o llocs si es tracta duna barreja de mels.
-Productes lactis amb més d'un 50% de llet, lloc d'origen.
-Fruits secs envasats a Espanya i importats, s'indicarà el país d'origen.
-Al vi s'indicarà el seu lloc de procedència.
No obstant això, a la majoria d'aliments processats no cal cap indicació sobre l'origen excepte en el cas del possible error d'interpretació del consumidor abans indicat.
Per exemple, imaginem uns espaguetis fets a Espanya a l'envàs dels quals aparegui la bandera italiana. Clarament, el consumidor podria pensar que es tracta d'un producte d'Itàlia, per això en aquest cas, per evitar la confusió, sí que seria obligatori indicar la procedència.
A més, en cas que el país d'origen o lloc de procedència s'indiqui per qualsevol causa i que l'origen de l'ingredient primari no coincideixi amb la procedència del producte, també és obligatori indicar l'origen d'aquest ingredient primari. Per exemple, si a la pasta anterior la farina fora de França, s'hauria de donar aquesta indicació també a l'etiquetatge.
Encara que és cert que els consumidors demanen que aquesta informació aparegui de manera completa també és veritat que els canvis normatius sobre això són difícils. Quan el govern espanyol va voler modificar la normativa per indicar l'origen de la llet als productes lactis hi va haver una oposició important, ja que s'argumentava que aquesta indicació podia afectar la lliure competència i reduir el consum de llet d'altres països de la UE. Finalment aquest canvi es va implantar el 2019, encara que sols de forma temporal, fins el 2025.
És cert que de vegades és difícil determinar l'origen d'un aliment processat. Per exemple, en un cafè soluble tenim els grans que poden ser d'un país, es poden haver torrat en un altre i efectuat la infusió, liofilitzat i envasat en un tercer. En aquest cas si el fabricant decideix indicar-ho es considera que el lloc de procedència és el del darrer procés productiu rellevant, en aquest cas el de la infusió, però a més s'haurà d'indicar l'origen del producte primari, el gra, de manera anàloga a allò indicat per a la pasta.
Hi ha aliments que tradicionalment reben un nom geogràfic que almenys actualment ja no s'associa amb el seu origen. Per exemple: ensaladilla russa, truita espanyola, favada asturiana. En aquests casos tampoc seria obligatori indicar-ne l'origen, ja que es pressuposa que el consumidor sap que els aliments amb aquesta denominació poden haver estat elaborats a qualsevol lloc del Món
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